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Tunuyán, al pie del Cordón de Plata

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

Fuente: Ser y Hacer de Malargüe

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

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Malargüe protagonista en Feria Internacional de Turismo de Argentina

Del 30 de septiembre al 3 de octubre se extendió en Buenos Aires la Feria Internacional del Turismo de Argentina (FIT2023) donde Malargüe tuvo un stand y fue protagonista.

La FIT propuso dos etapas importantes durante los cuatro días. Los dos primeros fueron para público general, lo que permitió a los destinos y prestadores acercar sus ofertas y propuestas al consumidor final. Además, la feria contó con dos días dedicados a profesionales del turismo, donde las reuniones, presentaciones de destinos y potenciales alianzas estratégicas son las estrellas. 

También fue una oportunidad de crecimiento e intercambio comercial único, con sus ya tradicionales rondas de negocios, que constituyen una instancia de comercialización ideal para los actores de la industria turística y que serán sin duda un fuerte impulso para el crecimiento de la actividad. 

En la previa de esta importante feria, la ministra de Cultura y Turismo, Nora Vicario, explicó: “Mendoza tendrá un fuerte protagonismo en la feria más importante de la Argentina, con gran presencia federal del sector público y privado de la provincia. Presentaremos nuevos productos, hoteles, experiencias, más conectividad aérea y, en conectividad terrestre, la nueva terminal de ómnibus, por lo que invitamos a visitar el stand de Cuyo/Mendoza.”. 

Propuesta Mendocina 

La provincia invitó a los visitantes de la FIT a encontrarse con una variada grilla de propuestas, donde el enoturismo, la gastronomía, aventura y experiencias serán los grandes atractivos. 

En esta edición, Mendoza tuvo un stand de 385 metros cuadrados en un lugar preferencial de La Rural. Allí, los municipios presentan toda su oferta para las próximas vacaciones de verano y todas las actividades que se pueden disfrutar los 365 días del año. Cabe destacar la presencia del sector privado, con más de 30 empresas que serán parte de las rondas de negocios que se realizaron como parte de la feria.   

País invitado 

El país invitado en esta edición fue Italia, una potencia turística que sumó su presencia a la FIT para conectar con todos los descendientes que viven en Argentina y alentar a que conozcan los pueblos de donde vivieron sus antepasados. Sumado a esto, todo el color, la gastronomía, la cultura y el entretenimiento.  

FUENTE: Ser y Hacer de Malargüe 

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Tour imperdible para conocer el Cañón del Atuel

Días: jueves y Domingos. 
Salida: 07.00 a.m. a 9.00 p.m. (aproximadamente). 

Iniciaremos este recorrido por la Ruta Nacional 40, hacia el sur de la provincia. Luego de atravesar el Oasis Norte y el Valle de Uco, llegaremos al tercer oasis, ubicado más al sur de la provincia y conformado por los departamentos de San Rafael y General Alvear. 

San Rafael es la segunda ciudad más importante de Mendoza, distante 230 kms. Una ciudad moderna que aún conserva lugares típicos e históricos, que se apreciarán a través de un breve recorrido por sus principales avenidas. 

Continuando hacia el sur, la ruta nos llevará a Valle Grande donde haremos una parada para almorzar (comida no incluida). 

Posteriormente, el río Atuel y el majestuoso Cañón del Atuel, producto de una falla del globo terráqueo (caso similar al Cañón del Colorado) sumado debido a la erosión hídrica y eólica, dieron lugar a coloridas y vistosas geoformas, que dan como resultado una combinación de colores e impresionantes paredes rocosas. En este tramo, el río Atuel se hunde en la roca multicolor tallada a lo largo de millones y millones de años, dando una presencia verdaderamente única. Diferentes represas y centrales hidroeléctricas completan este escenario, que por su belleza natural se ha convertido en un importante proyecto de desarrollo turístico, La represa Nihuil, un importante embalse donde se practican actividades náuticas y de pesca. Finalmente, el dique Galileo Vitale y la Villa 25 de Mayo (lugar fundacional de San Rafael) son los puntos elegidos para culminar el día antes de llegar a Mendoza capital. 

Muchos turistas optan por alquilar un coche y hacer esta excursión por su cuenta con la idea de abaratar costes, pero el resultado no es el mismo. Si bien conducir en la montaña no requiere una técnica específica, no es lo mismo conducir en la montaña que en áreas urbanas. Además de ser precavido y mantener los límites de velocidad adecuados, es importante saber que la carretera es muy cambiante y te sorprende todo el tiempo. Podemos pasar de asfalto a grava y luego a una zona de arcilla en pocos kilómetros, lo que dificulta el proceso de frenado. Además, al tratarse de una excursión de larga distancia, el regreso es siempre de noche, por lo que si no se cuenta con la experiencia necesaria, la visibilidad es otro inconveniente, sobre todo en zonas donde es posible la existencia de ganado suelto. 

Con la compañía de nuestros guías y conductores, no solo obtendrás interesantes explicaciones de cada localización, sino que también podrás disfrutar de los paisajes que ofrece la provincia de forma relajada, sin tener que estar pendiente de tu GPS, del tráfico o de la ruta.

Fuente: Mendoza Travel

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Blending Game en Luján de Cuyo

Salidas: viernes, sábados y domingos ( importante realizar reserva con 72 hs de anticipación)

Horario: 8.30 a 16.00 hs 
Bodegas inluídas: Vistalba, Carmelo Patti y Hacienda del Plata  

Esta excursión full day nos invita a sumergirnos en la zona vitivinícola del Malbec (Luján de Cuyo). Nuestro primer destino es bodega Vistalba,  donde la propuesta es, además de conocer sus instalaciones, aprender cómo se desarrolla un blend, a través de un divertido juego en el que los pasajeros realizarán sus propios ensayos a partir de diferentes varietales, hasta crear su propio vino. 

El recorrido ahora nos lleva a una de las bodegas tradicionales de la zona, en este caso puede ser Bodega Carmelo Patti o bien Carmine Granata, en cualquiera de ella podremos conocer como es el proceso que se realiza para lograr un vino artesanal. 

Para finalizar, sobre el medio día, visitamos la bodega boutique Hacienda del Plata donde podremos conocer la bodega y disfrutar de un almuerzo de 3 pasos, marinado con los vinos de la misma bodega en su restaurant Chapas. 

El programa incluye transporte, almuerzo con bebidas (contempla la posibilidad de menú vegetariano) y degustaciones 

Todas las bodegas de Mendoza requieren reserva con horario de visita estipulado y son muy rigurosas con el cumplimiento de ello. Nuestros tours no sólo ofrecen el servicio de reserva, también han sido profesionalmente planificados de acuerdo a la ubicación de las bodegas, creando un itinerario con circuitos planeados para disfrutar los diferentes paisajes que ofrece la provincia. Conclusión, además de evitar pérdidas de tiempo por posibles confusiones en la ruta, podrá degustar los vinos tranquilamente ya que, al contar con un conductor, no deberá preocuparse por posibles accidentes durante el regreso. 

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Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa.

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi.

Fuente: Infobae

Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza 

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa 

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

 
Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi. 

rtones del Parque General San Martín, porque desde allí partirán colectivos que trasladarán a los participantes hasta los distintos puntos de largada.

Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza 

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa 

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

 
Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi. 

rtones del Parque General San Martín, porque desde allí partirán colectivos que trasladarán a los participantes hasta los distintos puntos de largada.

Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza 

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa 

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

 
Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi. 

rtones del Parque General San Martín, porque desde allí partirán colectivos que trasladarán a los participantes hasta los distintos puntos de largada.

Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza 

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa 

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

 
Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi. 

rtones del Parque General San Martín, porque desde allí partirán colectivos que trasladarán a los participantes hasta los distintos puntos de largada.

Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza 

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa 

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

 
Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi. 

rtones del Parque General San Martín, porque desde allí partirán colectivos que trasladarán a los participantes hasta los distintos puntos de largada.

Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza 

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa 

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

 
Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi. 

rtones del Parque General San Martín, porque desde allí partirán colectivos que trasladarán a los participantes hasta los distintos puntos de largada.

Las 18 mejores bodegas donde comer en Mendoza 

El auge del enoturismo está haciendo vibrar a Mendoza con visitantes de Brasil principalmente, y de diferentes partes del mundo, que llegan atraídos por el paisaje natural, pero más por los vinos que allí se producen y las experiencias que se pueden vivir alrededor de la mesa 

El vino es mucho más que una bebida, es el producto del campo con mayor valor agregado que se produce en el país, y Mendoza es el principal referente por acaparar más del 80% de la producción. Y si bien la provincia tiene otras riquezas, el vino va más allá de lo que puede generar directamente. Porque gracias al placer que genera en consumidores de todo el mundo, convoca a miles de turistas a visitar Mendoza. Y ese aluvión de amantes del vino, que principalmente llega desde Brasil, está haciendo vibrar a la región cuyana. 

Porque no solo visitan bodegas, sino que se hospedan en los hoteles, hacen compras en los comercios y aprovechan también para hacer alguna aventura de montaña. Y todo eso gracias al vino. 

Esto explica que cada vez sean más las bodegas que tienen una propuesta gastronómica para ofrecer a sus visitantes, porque no solo es una manera de retenerlos más tiempo en sus establecimientos o venderles algo más, se trata de ofrecerles una experiencia más completa e inolvidable. Y, está comprobado, que esa es la mejor estrategia de posicionamiento de una etiqueta. 

Todo este auge, hizo que la afamada Guía Michelin de restaurantes se fije en Mendoza, además de Buenos Aires. Además, el concurso Best Of Mendoza´s Wine Tourism, premia en diversas categorías como Alojamiento, Arquitectura y Paisajes, Arte y Cultura, Experiencia Innovadora, Prácticas Sustentables, Servicios Relacionados y, obviamente, Restaurantes. 

El certamen es organizado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Mendoza y Great Wine Capital (GWC); red que integra la provincia desde 2005; quienes anualmente distinguen a empresas locales que se destacan en la excelencia, buenas prácticas e innovación en el turismo del vino. 

Y como si fuera poco, en julio pasado se llevó a cabo estos días en La Rioja, una de las regiones vitivinícolas más prestigiosas de España y del mundo, la ceremonia de los Top 50 The World’s Best Vineyards Academy, en la que se premia las mejores experiencias en bodega del mundo, y varios argentinos se destacaron por sus propuestas gastronómicas incluyendo al ganador del certamen; Catena Zapata, quizás la bodega más icónica del país, que volvió a abrir al turismo desde hace un año e inauguró el exclusivo restaurante Angélica, donde se sirve un menú de 13 pasos acompañado de los grandes vinos de la casa. 

Esto significa que cada vez hay más lugares para comer y disfrutar más el vino en Mendoza. 

Las propuestas gastronómicas de Mendoza 

Si bien las picadas empanadas y las carnes a la parrilla siguen siendo las protagonistas, muchas bodegas se animaron a desafiar las tradiciones, incluso al paisaje. Por eso, no es descabellado encontrarse con un menú donde el pulpo o los mariscos sean los protagonistas para resaltar las virtudes de los blancos y rosados de la casa. 

En general no se trata de propuestas a la carta sino más bien menús de pasos, aunque obviamente siempre se pueden adaptar los vegetarianos y veganos. Claro que la mayoría llega a Mendoza por el Malbec y el asado, entendiendo por esto las carnes rojas a la parrilla. Por eso nunca faltan en las propuestas el principal de costilla u ojo de bife al punto que el comensal lo desee para acompañar los tintos importantes. 

Pero lo interesante es que la diversidad de los vinos actuales argentinos demanda también diversidad en los platos. Porque ya no se trata de tinos, blancos, espumosos, rosados o dulces, sino que hay muchos estilos, más allá de calidades, disponibles. Y para que se luzcan, es necesario también ser creativos en las cocinas. Además, varias bodegas apuestan a “ser diferentes” con propuestas internacionales, y el turista las acepta con mucho agrado, porque básicamente no se puede estar comiendo empanadas y asado durante toda la estadía. 

Entonces, más allá de los que pueden agasajar a los visitantes con lo que hay, aquellas bodegas con impronta propia sobresalen. Muy pocas pueden ofrecer un menú a la carta con productos de estación, el cual no será muy variado, pero si completo. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por cocinar pensando en los vinos sin importar las complejidades que ello demande. Y si bien siempre la limitante es el producto, la creatividad está al nivel de la más alta gastronomía, sin que los lugares, las técnicas o el servicio tengan algo que envidiar. 

Lo más osado es proponer un menú de pasos, el cuál es exhibido de antemano, con lo cual el comensal sabe con qué se va a encontrar. Claro que llega a esos lugares atraídos por la fama de sus vinos o por el atractivo de la zona, que suele ser más importante que la comida. Esto ha posibilitado a la gastronomía de Mendoza ofrecer propuestas internacionales y de todos los estilos, con productos muy variados, pero siempre con el toque local de los insumos que provee naturalmente la montaña. 

Y al ser el protagonismo de los vinos, estos menús de pasos están pensados en función al maridaje, que puede ir de 4 a 15 pasos, casi siempre con la idea de ir de lo más suave a lo más intenso, tanto en los platos como en las copas. Obviamente, este programa requiere de al menos tres horas, y termina siendo lo más entretenido que ofrece Mendoza, porque alrededor de una mesa es donde mejor se comparte y más se aprecian los vinos. 

Los restaurantes de bodegas más destacados 

El pionero de esta movida fue el cocinero Lucas Bustos, que a principios del milenio inauguró su primer restaurante de bodega en Ruca Malen. Hoy, Lucas, es uno de los chefs más reconocidos de la Argentina, posee restaurantes en España y Mendoza (Sagrada Cocina) y es el responsable de los fuegos en Espacio Trapiche, un moderno restaurante emplazado en los jardines de la entrada al edificio de la bodega que data de principios de 1900, rodeado de viñas y la huerta orgánica. 

Allí el cocinero se inspira en una cocina de producto y en los vinos de Sergio Casé, el enólogo, para dar vida a platos que hablan por sí solos. Ya que todos ellos son una puesta en escena inspirada en los paisajes mendocinos y que van cambiando de acuerdo a las estaciones del año. 

Allí los maridajes su vuelven una experiencia integral, porque las sensaciones que emanan los platos y los vinos se pueden apreciar con todos los sentidos. Lucas además es un estudioso de las tradiciones locales y por eso busca rescatar en cada una de sus preparaciones la esencia de la cocina, ya sea de montaña o de mar, para proponer combinaciones que reflejen la cultura que lo rodea. 

La fama del enólogo Alejandro Vigil ha trascendido las bodegas y sus vinos, porque desde hace tiempo también se dedica a sus emprendimientos gastronómicos, que significan un gran aporte para la provincia. 

Y sin dudas, Casa Vigil (donde también vive) es el lugar por donde todo amante del vino quiere pasar. En Chachingo comienza un viaje poético que termina con un banquete en el paraíso. Allí, cada plato está elaborado con productos de la huerta familiar, inspirados en los productos que cada época del año florece en plenitud y se expresan en las recetas familiares. 

Mientras que los vinos con excelentes puntajes internacionales son el gran tesoro, el arte y la historia son también pilares de la gran vivencia sensorial. Cerca de allí se encuentra Finca El Paraíso, la experiencia que Luigi Bosca creó con una propuesta diaria para disfrutar el vino con todos los sentidos y en sintonía con la naturaleza. 

La gastronomía, que prioriza y respeta los ingredientes locales, es una pieza fundamental de la experiencia que brindan desde hace ya un año, destacándose por innovadora y la imponencia del entorno. 

Es la propiedad más antigua de la familia Arizu y con mayor diversidad de cepajes implantados. Y en el centro se encuentra una casona estilo Château construida en el año 1905 que impacta por su belleza y elegancia, y fue el hogar que alojó a la familia Arizu desde 1926. Allí, además de disfrutar las propuestas que están diseñadas desde lo sensorial y tienen una vinculación directa con lo emocional, se pueden realizar degustaciones entre las vides, eventos al aire libre y la posibilidad de recorrer la casona que es parte de la historia de la familia Arizu. 

Otra bodega tradicional que renovó su propuesta gastro y está atrayendo a muchos turistas es Atilio Avena que, de la mano del chef ejecutivo Lucian Ricco, propone cocina que busca identificarse con la memoria de los antepasados, trasladada al presente con la adecuada técnica y el respeto por el producto local, buscando contar la historia de quienes trabajan la tierra. 

El Restaurante Abrasado, de Bodega Los Toneles, propiedad de Familia Millán, también es uno de los más elegidos por los turistas para las cenas, por su cercanía al centro de la ciudad. 

Y más allá de tener una política diferencial para los residentes (como muchos), con la llegada de la primavera, realizaron modificaciones en la carta teniendo en cuenta la puesta en valor de los insumos de estación, la trazabilidad y la calidad de los productos utilizados, que provienen de fincas y viñedos propios. 

Al ser responsables de toda la cadena de elaboración, la propuesta de Abrasado se basa en el concepto “del campo al plato”, y se aplica a los panes, los vinos y los vegetales. Del mismo modo, las carnes llegan a la cocina con la calidad requerida gracias al seguimiento constante de toda la cadena productiva. 

El Fogón de Lagarde es uno de los restaurantes que ayudó a posicionar a Mendoza como gran destino gastronómico. Almorzar al costado del viñedo centenario y a la sobra de una arboleda añosa resulta único. 

La cocina del restaurant de la bodega se basa en una combinación de variadas técnicas de cocción en fuego –chapa, rescoldo, asador, llama y hornos- con ingredientes autóctonos. 

El éxito inspiró a Sofía Pescarmona a abrir Zonda, un espacio más privado también con vista al viñedo, esta vez con cocina a la vista donde proponen un camino de la huerta a la mesa con productos elegidos de acuerdo a la estación y que transmiten la esencia de la cultura mendocina. 

Desde los inicios del proyecto, la familia Martino Wines quiso poner en valor aquello que más le gusta, disfrutar de buenos vinos, excelente gastronomía y compartirlo en un ambiente íntimo con amigos. 

La propuesta gastronómica estacional está integrada en un menú de 4 y 7 pasos, basada en productos frescos y regionales de estación en la cual predomina trucha, molleja, ternera, pato, coliflor, frescos cítricos mendocinos y chocolates, con la autoría del chef Lucas Olcese. Allí, cada plato está maridado con cada uno de los vinos de la bodega, desde un varietal de variedades inusuales, a un blend de la línea Molteni y al Baldomir Serie Terroir; vinos iconos de cosechas excepcionales y con mucho tiempo de guarda. 

El restaurante Martino Wines se ubica en el mismo predio de su bodega de 1901 en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. 

Pero la más flamante apertura en la zona es Observatorio el restaurante del Espacio Robino en la Bodega Dante Robino, un planeta flotando entre los Andes, donde el buen comer y el buen beber, son de todos. 

Un universo de recetas simples, pero con reversiones riquísimas, donde el vino es protagonista, pero también hay lugar para otras bebidas. abre, junto al chef Juan Ventureyra, con una propuesta innovadora. 

La idea es alejarse de los menús de pasos y maridajes tradicionales, para crear un universo de sabores deliciosos y sencillos, donde el único tiempo que importa es el que se disfruta en buena compañía, con una copa de algo rico en la mano. Hay pastas y embutidos caseros, tortillas, milanesa y otros clásicos de la cocina argentina, pero condimentados con fermentos y salsas como kimchi, sriracha o lactonesa. Para los amantes de lo dulce, la estrella es el alfajor relleno de chocolate y frutos rojos, y son imperdibles los helados artesanales, ideales para acompañar con espumantes de la bodega. 

Durigutti Family Winemaker, de los hermanos Durigutti, obtuvo el puesto número 13 en el ranking internacional de los 50 World’ s Best Vineyards, y mucho tiene que ver la propuesta de 5 Suelos – Cocina de Finca, el restaurante comandado por Patricia Courtois. 

Se trata de un emprendimiento integral, vitivinícola, turístico y gastronómico, ubicado en el corazón de Las Compuertas, en la Finca Victoria. Un espacio de 40 hectáreas dedicado a la agricultura sustentable con certificación orgánica. 

Y si bien ofrece menú a la carta y de pasos, la mayoría va en busca del Menú Historia, una experiencia de 14 pasos que solo respeta la cronología del tiempo, porque foco está puesto en el recorrido gastronómico, pero a través de la historia y no de la intensidad de los vinos. Cada paso está muy pensado, y comienza con un tartar servido en una hoja, acompañado de un vino elaborado en ánforas y de manera natural, para rememorar la antigüedad grecorromana. 

El menú va variando pasando por blancos y tintos de todo tipo, incluyendo un vermut de la casa para rememorar la década de esplendor del país (1910). Y culmina con una grapa de Las Compuertas, siempre con las atentas explicaciones del sommelier Martin Krawczyk Pardo. 

En Vistalba, Bodega Kaiken la experiencia gastronómica tiene nombre y apellido, porque Ramos Generales es el restaurante creado por el reconocido Francis Mallmann. 

Un espacio descontracturado al aire libre para disfrutar una propuesta diferente y distendida, en contacto con la naturaleza y acompañada de los mejores vinos de casa. 

Muy cerca de allí, e Inmersa en el mejor paisaje mendocino por sus vistas únicas a la Cordillera de los Andes y viñedos, cada rincón de la Bodega Nieto Senetiner transmite un poco de historia y permite dejarse llevar y abrazar por el ambiente. 

Situada en una de las primeras regiones vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo, Nieto Senetiner abre sus puertas todo el año con visitas guiadas, degustaciones y almuerzos. En las galerías del restaurante en Vistalba, los sabores, aromas y sonidos son parte de un paisaje único. La gastronomía está a cargo del grupo AZUCA, cuyo chef es Sebastián Weigandt, quien ofrece a los visitantes en cada menú el amor y pasión a la cocina y a los platos culturales, aquellos que nos acompañan desde siempre. Bajo el concepto de alimentos de confort, Sebastián puso el foco en ofrecer una opción de comida “hogareña”, con platos caseros elaborados con productos de altísima calidad. 

Celmira Escudero es la Chef Ejecutiva del restaurante de Bodega Renacer, que supo ser galardonado como el mejor de Mendoza. Su propuesta consiste en ofrecer a los visitantes una experiencia 360º: comida y vinos maridados con increíbles vistas a la Cordillera de los Andes, y un servicio de excelencia en un entorno de naturaleza. Su menú está basado en ingredientes frescos, de estación reflejando así una cocina honesta, cercana y con vocación hacia la sostenibilidad, que sumados a platos de alta cocina que generan sabores únicos y experiencias memorables. 

En la misma región (Luján de Cuyo) pero en el departamento de Agrelo, uno de los más tradicionales y que agrupa a muchas de las bodegas más reconocidas, Finca La Anita ofrece una propuesta tradicional y una más internacional, dependiendo del día. 

La primera está compuesta de un asado criollo con carnes y verduras de estación, mientras que la segunda es a la carta e incluye risotto de quinoa, cerdo braseado, ternera ahumada y malfattis de espinaca, todos platos pensados para ser acompañados por los vinos de la casa. 

Muy cerca de allí, abrió sus puertas Angélica, el restaurante de la bodega Catena Zapata donde sólo ofrecen almuerzo en un menú de diez pasos con opciones vegana y sin gluten, elaborado por el chef Iván Azar, pensado para maridar de diferentes maneras, siempre con vinos de la casa. 

Desde allí, a través de imponentes ventanales se pueden ver los viñedos y a lo lejos la famosa pirámide que alberga la famosa bodega. 

La pequeña bodega Rosell Boher es reconocida por sus espumosos, además de sus vinos, pero también por el Rosell Boher Lodge, un lugar único en el corazón de Agrelo. Allí, llegó en abril pasado Matías Aldasoro a sumarse como Director Gastronómico. 

Al consagrado chef que trabajó muchos años con la familia Zuccardi, le gusta involucrarse con los proveedores locales para, juntos y a través del Comercio Justo, obtener los mejores productos de cada estación y al mismo tiempo apoyar los desarrollos sustentables. Su objetivo es plasmar toda su experiencia en los platos de la carta del lugar. Además de maridar con vinos, ofrecen un menú especial para acompañar solo con espumosos, y también opciones de 4 pasos, vegetarianas y plant based. Y es de los pocos en la zona que también abre de noche. 

Ruca Malen volvió a abrir su restaurante, con una propuesta muy jugada inspirada en los vinos de Agustina Hanna, en el que cada línea es un capítulo de una historia, y los platos del menú van acompañando la misma secuencia. Así, el Capítulo Uno Chardonnay se acompaña con un appetizer, el Capítulo Dos Corte de Blancs con una calabaza, langostinos y cilantro, mientras que el Pinot Noir llega con una espinaca, huevo y alubias. 

El Capítulo Tres para acompañar el principal que es una ternera con guarniciones, se sirve con dos Malbec, el Infuso y el Centenario, todo ideado por el chef Mariano Gallego. 

Hacia el sur y camino a la cordillera, en las puertas del Valle de Uco, hay varias bodegas con restaurantes, y Casa Petrini se destaca porque además tiene un lodge y abre para la cena, convirtiéndose así en uno de los lugares más concurridos de la zona. 

El restaurante lleva el nombre de Enrico, en honor al padre del fundador, y significa “dueño de la casa”. 

Allí se puede disfrutar de una cocina auténtica y gourmet con deliciosos sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada con los vinos que elabora el enólogo Ariel Angelini. Cada sector brinda una exclusiva vista a la Cordillera de Los Andes y al natural paisaje de viñedos y plantas autóctonas. 

En el Valle de Uco son varias las propuestas de bodegas que se lucen, sobre todo al mediodía. Y Andeluna fue pionera en ese sentido. En la bodega de Gualtallary, cada plato es una sinfonía cuidadosamente compuesta, diseñada para desatar sensaciones que danzan en armonía con cada copa de vino. 

Creados por el chef Juan Pablo Míguez, su cocina es un lienzo en blanco donde los ingredientes se convierten en pinceles y los sabores en colores. Cada menú es una invitación a explorar un universo de experiencias gastronómicas, siempre acompañados por los vinos del enólogo Manuel González Bals. 

Sin dudas, Salentein es una de las bodegas más visitadas del valle, porque no solo ofrece visitas guiadas de todo tipo, con restaurante propio, wine bar y hasta un museo, sino que además ha relanzado el restaurante de La Posada Salentein de la mano del chef Matías Gil Falcón, quien propone una cocina de origen a partir del horno de barro y la parrilla desde donde además de las típicas carnes llega una trucha asalmonada, ideal para acompañar los Single Vineyard blancos de la bodega. 

 
Otro de los pioneros en la zona es el Espacio MV, el restaurante de Bodega Monteviejo, dentro del Clos de Los Siete. La cocina, a cargo de Nadia Haron, funciona con una impronta regional, que recupera todos los sabores del Valle. El restaurante forma parte de Espacio Monteviejo Valle de Uco, un lugar que fusiona toda la experiencia enogastronómica, cultural y turística con “la mejor vista del mundo. 

La propuesta es un menú de cuatro pasos en el que el fuerte radica en la combinación de estilos. 

Finca Piedra Infinita de la familia Zuccardi es el restaurante al que todos quieren ir en el Valle de Uco. No solo por la imponencia de la arquitectura del lugar y los vinos de montaña de Sebastián Zuccardi, sino por el restaurante con vista panorámica y una cocina de excepción, reflejo de la importancia que le da la familia a la mesa y todo lo que lo rodea, principalmente al vino y al aceite de oliva. 

El restaurante abrió sus puertas en marzo de 2016, y allí se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales con una delicada expresión gourmet maridado con vinos Zuccardi. 

rtones del Parque General San Martín, porque desde allí partirán colectivos que trasladarán a los participantes hasta los distintos puntos de largada.

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Bonita Mendoza te trae el plan ideal de 3 días en la capital del vino 

DÍA 1: Bodega Finca Savina 
Es una hermosa bodega familiar, que refleja el trabajo en conjunto de tres generaciones. Está ubicada en Lulunta y con un cálido estilo desestructurado te invita a descubrir variedad de experiencias, entre ellas su estrella: Margalila, donde los sabores y aromas se combinan, ofreciendo un momento de conexión con tus sentidos. Además, ofrecen una opción de menú descontracturado que incluye tabla premium de combinación de sabores que te permiten maridar con un vino a elección para compartir.

DÍA 2: Turismo aventura en Potrerillos 
Imaginate un entorno rodeado de montañas, en donde vas a poder disfrutar de 2 de las mejores experiencias de turismo aventura de la mano de los amigos de Argentina Rafting. 
Rafting: Podrás disfrutar la adrenalina de un entretenido descenso por el Río Mendoza durante 2 horas. Incluye traslado en bus al punto de inicio, equipamiento completo y charla de seguridad. Los chicos son súper profesionales y cálidos, lo hacen muy agradable para toda la familia 
Canopy: Esta experiencia consiste en un circuito de tirolesas entre montañas que incluyen el cruce al Río Mendoza. ¡Las vistas son espectaculares! Tiene una duración de dos horas con un total de 1400 metros de vuelo. La actividad incluye un minitrekking y una charla instructiva

DÍA 3: Valle de Uco 
¡Que mejor que despedirte de Mendoza en la zona vitivinícola por excelencia! 
Para este día ellas sugieren empezar degustando unos ricos “Vinos del Alma” en Finca Adelma. ¡Una hermosa bodega familiar, atendida por sus dueños y con mucho amor! La experiencia incluye visita con degustación de 6 etiquetas, armonizada con una exquisita tabla de quesos, dulces, nueces y empanadas. 
Luego de disfrutar del solcito en su terraza y la esmerada atención de su anfitrión Elio, la siguiente invitación es a tan solo unos pasos…¡FINCA LA AZUL! 
Esta bodega es una de las preferidas del Valle por su calidez y desestructura, comenzando por su excelentísima atención, siguiendo por la atmosfera relajante y alegre que te envuelve desde que entras y finalizando por su exquisita gastronomía y vinos que hacen que sea una visita obligada si vas a Uco 
Es un proyecto familiar que ofrece atención personalizada en todo momento, Su menú estrella consta de 5 pasos de elaboración casera, que incluye comida al horno de barro, parrilla y ¡VINO LIBRE! 
También cuentan con alojamiento. ¡Un hotel boutique de primera! 

FUENTE: Caras 

La actividad, que se realizará el domingo 28 de mayo, propone recorrer el Piedemonte y disfrutar de un interesante maridaje. Las entradas pueden adquirirse

DÍA 1: Bodega Finca Savina 
Es una hermosa bodega familiar, que refleja el trabajo en conjunto de tres generaciones. Está ubicada en Lulunta y con un cálido estilo desestructurado te invita a descubrir variedad de experiencias, entre ellas su estrella: Margalila, donde los sabores y aromas se combinan, ofreciendo un momento de conexión con tus sentidos. Además, ofrecen una opción de menú descontracturado que incluye tabla premium de combinación de sabores que te permiten maridar con un vino a elección para compartir. 
DÍA 2: Turismo aventura en Potrerillos 
Imaginate un entorno rodeado de montañas, en donde vas a poder disfrutar de 2 de las mejores experiencias de turismo aventura de la mano de los amigos de Argentina Rafting. 
Rafting: Podrás disfrutar la adrenalina de un entretenido descenso por el Río Mendoza durante 2 horas. Incluye traslado en bus al punto de inicio, equipamiento completo y charla de seguridad. Los chicos son súper profesionales y cálidos, lo hacen muy agradable para toda la familia 
Canopy: Esta experiencia consiste en un circuito de tirolesas entre montañas que incluyen el cruce al Río Mendoza. ¡Las vistas son espectaculares! Tiene una duración de dos horas con un total de 1400 metros de vuelo. La actividad incluye un minitrekking y una charla instructiva 
DÍA 3: Valle de Uco 
¡Que mejor que despedirte de Mendoza en la zona vitivinícola por excelencia! 
Para este día ellas sugieren empezar degustando unos ricos “Vinos del Alma” en Finca Adelma. ¡Una hermosa bodega familiar, atendida por sus dueños y con mucho amor! La experiencia incluye visita con degustación de 6 etiquetas, armonizada con una exquisita tabla de quesos, dulces, nueces y empanadas. 
Luego de disfrutar del solcito en su terraza y la esmerada atención de su anfitrión Elio, la siguiente invitación es a tan solo unos pasos…¡FINCA LA AZUL! 
Esta bodega es una de las preferidas del Valle por su calidez y desestructura, comenzando por su excelentísima atención, siguiendo por la atmosfera relajante y alegre que te envuelve desde que entras y finalizando por su exquisita gastronomía y vinos que hacen que sea una visita obligada si vas a Uco 
Es un proyecto familiar que ofrece atención personalizada en todo momento, Su menú estrella consta de 5 pasos de elaboración casera, que incluye comida al horno de barro, parrilla y ¡VINO LIBRE! 
También cuentan con alojamiento. ¡Un hotel boutique de primera! 

FUENTE: Caras 

a través de Entradaweb.

La actividad, que se realizará el domingo 28 de mayo, propone recorrer el Piedemonte y disfrutar de un interesante maridaje. Las entradas pueden adquirirse

DÍA 1: Bodega Finca Savina 
Es una hermosa bodega familiar, que refleja el trabajo en conjunto de tres generaciones. Está ubicada en Lulunta y con un cálido estilo desestructurado te invita a descubrir variedad de experiencias, entre ellas su estrella: Margalila, donde los sabores y aromas se combinan, ofreciendo un momento de conexión con tus sentidos. Además, ofrecen una opción de menú descontracturado que incluye tabla premium de combinación de sabores que te permiten maridar con un vino a elección para compartir. 
DÍA 2: Turismo aventura en Potrerillos 
Imaginate un entorno rodeado de montañas, en donde vas a poder disfrutar de 2 de las mejores experiencias de turismo aventura de la mano de los amigos de Argentina Rafting. 
Rafting: Podrás disfrutar la adrenalina de un entretenido descenso por el Río Mendoza durante 2 horas. Incluye traslado en bus al punto de inicio, equipamiento completo y charla de seguridad. Los chicos son súper profesionales y cálidos, lo hacen muy agradable para toda la familia 
Canopy: Esta experiencia consiste en un circuito de tirolesas entre montañas que incluyen el cruce al Río Mendoza. ¡Las vistas son espectaculares! Tiene una duración de dos horas con un total de 1400 metros de vuelo. La actividad incluye un minitrekking y una charla instructiva 
DÍA 3: Valle de Uco 
¡Que mejor que despedirte de Mendoza en la zona vitivinícola por excelencia! 
Para este día ellas sugieren empezar degustando unos ricos “Vinos del Alma” en Finca Adelma. ¡Una hermosa bodega familiar, atendida por sus dueños y con mucho amor! La experiencia incluye visita con degustación de 6 etiquetas, armonizada con una exquisita tabla de quesos, dulces, nueces y empanadas. 
Luego de disfrutar del solcito en su terraza y la esmerada atención de su anfitrión Elio, la siguiente invitación es a tan solo unos pasos…¡FINCA LA AZUL! 
Esta bodega es una de las preferidas del Valle por su calidez y desestructura, comenzando por su excelentísima atención, siguiendo por la atmosfera relajante y alegre que te envuelve desde que entras y finalizando por su exquisita gastronomía y vinos que hacen que sea una visita obligada si vas a Uco 
Es un proyecto familiar que ofrece atención personalizada en todo momento, Su menú estrella consta de 5 pasos de elaboración casera, que incluye comida al horno de barro, parrilla y ¡VINO LIBRE! 
También cuentan con alojamiento. ¡Un hotel boutique de primera! 

FUENTE: Caras 

a través de Entradaweb.

La actividad, que se realizará el domingo 28 de mayo, propone recorrer el Piedemonte y disfrutar de un interesante maridaje. Las entradas pueden adquirirse

DÍA 1: Bodega Finca Savina 
Es una hermosa bodega familiar, que refleja el trabajo en conjunto de tres generaciones. Está ubicada en Lulunta y con un cálido estilo desestructurado te invita a descubrir variedad de experiencias, entre ellas su estrella: Margalila, donde los sabores y aromas se combinan, ofreciendo un momento de conexión con tus sentidos. Además, ofrecen una opción de menú descontracturado que incluye tabla premium de combinación de sabores que te permiten maridar con un vino a elección para compartir. 
DÍA 2: Turismo aventura en Potrerillos 
Imaginate un entorno rodeado de montañas, en donde vas a poder disfrutar de 2 de las mejores experiencias de turismo aventura de la mano de los amigos de Argentina Rafting. 
Rafting: Podrás disfrutar la adrenalina de un entretenido descenso por el Río Mendoza durante 2 horas. Incluye traslado en bus al punto de inicio, equipamiento completo y charla de seguridad. Los chicos son súper profesionales y cálidos, lo hacen muy agradable para toda la familia 
Canopy: Esta experiencia consiste en un circuito de tirolesas entre montañas que incluyen el cruce al Río Mendoza. ¡Las vistas son espectaculares! Tiene una duración de dos horas con un total de 1400 metros de vuelo. La actividad incluye un minitrekking y una charla instructiva 
DÍA 3: Valle de Uco 
¡Que mejor que despedirte de Mendoza en la zona vitivinícola por excelencia! 
Para este día ellas sugieren empezar degustando unos ricos “Vinos del Alma” en Finca Adelma. ¡Una hermosa bodega familiar, atendida por sus dueños y con mucho amor! La experiencia incluye visita con degustación de 6 etiquetas, armonizada con una exquisita tabla de quesos, dulces, nueces y empanadas. 
Luego de disfrutar del solcito en su terraza y la esmerada atención de su anfitrión Elio, la siguiente invitación es a tan solo unos pasos…¡FINCA LA AZUL! 
Esta bodega es una de las preferidas del Valle por su calidez y desestructura, comenzando por su excelentísima atención, siguiendo por la atmosfera relajante y alegre que te envuelve desde que entras y finalizando por su exquisita gastronomía y vinos que hacen que sea una visita obligada si vas a Uco 
Es un proyecto familiar que ofrece atención personalizada en todo momento, Su menú estrella consta de 5 pasos de elaboración casera, que incluye comida al horno de barro, parrilla y ¡VINO LIBRE! 
También cuentan con alojamiento. ¡Un hotel boutique de primera! 

FUENTE: Caras 

a través de Entradaweb.

La actividad, que se realizará el domingo 28 de mayo, propone recorrer el Piedemonte y disfrutar de un interesante maridaje. Las entradas pueden adquirirse

DÍA 1: Bodega Finca Savina 
Es una hermosa bodega familiar, que refleja el trabajo en conjunto de tres generaciones. Está ubicada en Lulunta y con un cálido estilo desestructurado te invita a descubrir variedad de experiencias, entre ellas su estrella: Margalila, donde los sabores y aromas se combinan, ofreciendo un momento de conexión con tus sentidos. Además, ofrecen una opción de menú descontracturado que incluye tabla premium de combinación de sabores que te permiten maridar con un vino a elección para compartir. 
DÍA 2: Turismo aventura en Potrerillos 
Imaginate un entorno rodeado de montañas, en donde vas a poder disfrutar de 2 de las mejores experiencias de turismo aventura de la mano de los amigos de Argentina Rafting. 
Rafting: Podrás disfrutar la adrenalina de un entretenido descenso por el Río Mendoza durante 2 horas. Incluye traslado en bus al punto de inicio, equipamiento completo y charla de seguridad. Los chicos son súper profesionales y cálidos, lo hacen muy agradable para toda la familia 
Canopy: Esta experiencia consiste en un circuito de tirolesas entre montañas que incluyen el cruce al Río Mendoza. ¡Las vistas son espectaculares! Tiene una duración de dos horas con un total de 1400 metros de vuelo. La actividad incluye un minitrekking y una charla instructiva 
DÍA 3: Valle de Uco 
¡Que mejor que despedirte de Mendoza en la zona vitivinícola por excelencia! 
Para este día ellas sugieren empezar degustando unos ricos “Vinos del Alma” en Finca Adelma. ¡Una hermosa bodega familiar, atendida por sus dueños y con mucho amor! La experiencia incluye visita con degustación de 6 etiquetas, armonizada con una exquisita tabla de quesos, dulces, nueces y empanadas. 
Luego de disfrutar del solcito en su terraza y la esmerada atención de su anfitrión Elio, la siguiente invitación es a tan solo unos pasos…¡FINCA LA AZUL! 
Esta bodega es una de las preferidas del Valle por su calidez y desestructura, comenzando por su excelentísima atención, siguiendo por la atmosfera relajante y alegre que te envuelve desde que entras y finalizando por su exquisita gastronomía y vinos que hacen que sea una visita obligada si vas a Uco 
Es un proyecto familiar que ofrece atención personalizada en todo momento, Su menú estrella consta de 5 pasos de elaboración casera, que incluye comida al horno de barro, parrilla y ¡VINO LIBRE! 
También cuentan con alojamiento. ¡Un hotel boutique de primera! 

FUENTE: Caras 

a través de Entradaweb.

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El pintoresco pueblo de montaña que fue declarado Patrimonio Cultural de Mendoza

Un pintoresco pueblo resguardado por altos cerros en la Cordillera de Los Andes fue declarado este lunes, 11 de septiembre, Patrimonio Cultural de Mendoza como Poblado Histórico de Mendoza. Así, a través de la Ley 6034, este sitio pasó a formar parte de un tesoro histórico. 

El pueblo elegido es Polvaredas, situado en la Ruta Nacional 7, en la localidad de Uspallata del departamento de Las Heras. Un antiguo poblado ferroviario con un papel fundamental en el desarrollo de la ocupación de la montaña, especialmente durante la era del Ferrocarril Trasandino. Este sitio es un testimonio vivo de la ingeniería y la labor humana que permitió la construcción y operación de esta vía de comunicación vital. 

El epicentro de este patrimonio es su estación de ferrocarril, una estructura pintoresca construida con piedra y techo a dos aguas, adornada con una galería abierta hacia el andén. En su interior, además de la sala de espera y boleterías, se encuentra la casa del director de estación, del jefe de estación y otros espacios que añaden valor histórico al edificio y lo convierten en una verdadera joya histórica. 

El poblado también alberga la “mesa giratoria”, donde las locomotoras daban la vuelta, así como talleres y viviendas para los trabajadores que garantizaban el mantenimiento del ferrocarril trasandino. Su ubicación estratégica en la montaña permitió que contará con una fuente constante de agua, lo que contribuyó al bienestar de su población y a la construcción de numerosas casas y servicios, como escuelas y salas de salud. 

Por todos estos motivos, el pintoresco poblado de Polvaredas fue declarado Patrimonio Cultural como Poblado Histórico, y se convierte así en un faro de la historia ferroviaria de Argentina. Esta designación marca un precedente significativo, ya que es la primera vez que un lugar en Mendoza recibe esta distinción y abre las puertas para la preservación y puesta en valor para estas joyas ocultas en la provincia. 

A pesar de su importancia histórica, el lugar sufrió daños tras el abandono de la ruta del ferrocarril trasandino. Sin embargo, un grupo de vecinos emprendió un proceso de recuperación y restauración. La Dirección de Patrimonio en Mendoza se unió a esta causa, trabajando en conjunto para preservar y revitalizar este tesoro histórico. 

La recuperación incluye la restauración de las casas en mal estado, la exploración de estructuras industriales para la arqueología industrial y la adaptación de estos bienes para uso público en el contexto del desarrollo turístico.              

Polvaredas se erige como un punto estratégico en el plan de desarrollo de Alta Montaña del Gobierno de Mendoza. Su rica historia y su potencial como destino turístico lo convierte en un activo invaluable para la región, la declaratoria de Patrimonio Cultural no solo honra el pasado de Polvaredas sino también allana el camino para el futuro del turismo en este lugar de Mendoza. 

FUENTE: Mdz online

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ANAIA WINES

El impactante perfil de la cordillera, el agua de deshielo bañando sutilmente la tierra, es el paisaje y el alma de ANAIA, el lugar de los Andes, el sitio elegido. ANAIA es el sueño de un equipo apasionado por los nuevos desafíos. Es un emprendimiento único destinado a obtener los mejores vinos que la región puede brindar, basados en tres principios que nos destacan: RESPETO POR LA NATURALEZA, INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA.

En agosto de 2016, se adquieren 72 hectáreas de viñedo en Agrelo.
El proyecto nace bajo la idea de «Domaine», es decir, los vinos se elaboran con las uvas de la propia finca, a una altitud de 960 msnm.
Las marcadas amplitudes térmicas entre el día y la noche favorecen el desarrollo de vinos de alta calidad que caracterizan a la región.

Realizamos un recorrido por los viñedos y bodega, donde finalizamos con una degustación.
Pudiendo elegir entre dos opciones:
Clásica: Se degustan 4 vinos acompañados de un tapeo en Wine Lounge.
Premium: Se degustan 6 vinos acompañados de un tapeo en Wine Lounge.

Dirección
Ruta N° 15 km 34, Agrelo, Luján de Cuyo.

WhatsApp
+54 9 2615 61-3895

Mail
[email protected]

Facebook
@anaiawines

Instagram
@anaiawines

Web
www.anaiawines.com

Visitas y degustaciones

Lunes a sábados: 9:30 / 12:00 / 17:00

Se agradece notificación previa en caso de requerimiento especiales.

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