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Mendoza y su Fiesta Nacional de la Vendimia

Es una fiesta tradicional y popular que se realiza todos los años y no solo conmemora los trabajos de cultivo y cosecha de la vid, sino que también rinde homenaje al respeto por la naturaleza y al sacrificio de aquellos que trabajan en el proceso de producción del vino. La provincia, líder en la industria vitivinícola argentina con el 70% de los viñedos, transformó esta celebración en un espectáculo que cautiva tanto a turistas como a locales, resaltando la tradición mendocina. 

La primera Fiesta de la Vendimia se celebró el 11 de abril de 1913, cuando se realizó el Congreso de la Industria y el Comercio, que finalizó con un desfile de vendimiadores y de carrozas alegóricas. Pero no fue hasta el 18 de abril de 1936 que se instituyó la oficialmente. Con el tiempo, la celebración ha experimentado un crecimiento notable, convirtiéndose en un evento de proyección internacional y su escenario principal es el Teatro Griego Frank un lugar único para todos los mendocinos, donde se une la música, la danza y esplendor visual. 

En la vendimia de Mendoza se desarrolla un intenso calendario con actividades y entre las celebraciones más destacadas se encuentran: 

  • Bendición de los Frutos, se realiza en el Predio Gaucho del Parque General San Martín. 
  • Vía Blanca y Carrusel, desfile en las calles céntricas de la Ciudad de Mendoza. 
  • Acto Central, fiesta principal que tiene lugar en el Teatro Griego Frank Romero Day. 
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“Coronados de Historia y Futuro”, la propuesta que brillará en el Frank Romero Day 

Los festejos centrales de la Vendimia 2024 prometen encantar a los mendocinos y visitantes. Bajo la dirección de Pablo Perri y el guion de Silvia Graciela Moyano, el Teatro Griego será testigo de un espectáculo que busca resaltar la identidad cultural y el futuro de Mendoza. 

En el Acto Central de la Vendimia, programado para el 2, 3 y 4 de marzo, la propuesta “Coronados de Historia y Futuro” se desplegará, llevándonos por un recorrido que fusiona lo tradicional con lo contemporáneo, guiado por la dirección artística de Pedro Perri. 

El espectáculo presenta una historia precedida por una precuela audiovisual que sumerge al público en la infancia del personaje principal, Pedro. La trama invita a reflexionar sobre la historia vendimial a través de las experiencias de un orfebre llamado a forjar un objeto que represente a su pueblo. 

Calendario Actos Oficiales Vendimia 2024: 

  • Semana Federal: del 18 al 23 de febrero. 
  • Bendición de los Frutos: domingo 25 de febrero. 
  • Vía Blanca: viernes 1 de marzo. 
  • Carrusel: sábado 2 de marzo. 
  • Acto Central “Coronados de historia y Futuro”: sábado 2 de marzo. 
  • Segunda Noche “Coronados de historia y Futuro”: domingo 3 de marzo. 
  • Tercera Noche “Coronados de historia y Futuro”: lunes 4 de marzo. 
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Mendoza ciudad, una experiencia para todos los gustos

Tierra de sol, de buen vino, de buena gastronomía, de parques siempre verdes y de acequias que le dan un encanto especial a la ciudad. Si bien muchos turistas llegan para hacer pie y visitar algunas de las bodegas más importantes del país, Mendoza capital también tiene lo suyo. 

Bien podría ser la ciudad de los parques y las plazas, pues tiene más de 80. Su corazón está rodeado de cuatro espacios verdes que son los más importantes y llamativos. Uno es la plaza España, que se construyó después del terremoto de 1861 –el cual devastó la ciudad- y llama la atención de los visitantes por sus mayólicas. Lo cierto es que estas plazas son ideales para pasear, conocer, descansar y también -por qué no- disfrutar de un café.  

Entre todas las plazas de Mendoza capital se destaca el “hermano mayor” de la ciudad: el parque General San Martín, con más de 400 hectáreas y el más grande de Sudamérica; fue diseñado por Carlos Thays, el mismo que estuvo a cargo del Parque Sarmiento, y en su interior guarda más de 400 especies de todo el mundo. 

Más allá de su espacio verde, también es el lugar que contiene algunas de las joyitas como el monumento del Cerro de la Gloria; la fuente de los Continentes y el portón de ingreso al parque, la cual se trajo directamente desde Escocia. 

La calle que llega hasta ese ingreso es la Emilio Civit, una de las más lindas y señoriales de la ciudad. Se trata de casi 10 cuadras con cafecitos, museos, negocios y, lo que más llama la atención, sus chalets. La mayoría son de arquitectura Art Nouveau que pertenecieron a las familias más importantes de la ciudad; por ejemplo, el chalet Graffigna, a la altura 692/698 de esa calle, conocido por su falsa cúpula. Otra es la mansión Stoppel, que perteneció a un terrateniente chileno y hoy es el lugar del museo Carlos Alonso. 

GASTRONOMÍA INFINITA 

Elegida este año como capital Iberoamericana de la Gastronomía y el Vino, la ciudad de Mendoza tiene opciones para todos los gustos y bolsillos. 

Uno de los polos gastronómicos más importantes es la calle Arístides, remodelada en 2018 que ofrece siete cuadras con barcitos y restaurantes, uno detrás de otro. República, parte de la propuesta de la bodega Casa Vigil en la ciudad, es uno de los restaurantes más estilosos de la zona con alternativas de menú de pasos y pastelería de autor. 

Otras opciones más desestructuradas -e igualmente excelentes- son: Gloria Cantina, una casona antigua en Chacras de Coria, donde se sirven las mejores recetas de la abuela, como los buñuelos de espinaca y las milanesas gratinadas con papas noisette; y Central Vermutería, a dos cuadras de Plaza España, donde los sifones, el vermú tirado y los platitos para compartir son los protagonistas. 

Fuente y Fonda es otro clásico, se trata de un bodegón que busca rescatar recetas de antes y que sirve -literalmente- su comida en fuentes para compartir. Otra buena recomendación, sobre todo por sus tragos y su entorno, es Gómez Rooftop, una terraza en un décimo piso en pleno centro de la ciudad. 

Para los cafeteros se puede sumar también Bröd Bakery, a media cuadra de plaza Italia, que sirve café de especialidad y panadería y pastelería artesanal. También Patio Lorenza, entre plaza España e Italia, un restaurante café que tiene también un mercadito de indumentaria y decoración. 

A MENOS DE 30 KILÓMETROS 

Muy cerca de Mendoza hay varias perlitas de lo más variadas para visitar. San Ignacio está a 17 kilómetros y es un lugar privilegiado para disfrutar de la naturaleza y conocer el piedemonte mendocino. 

Se trata de una estancia andina que pertenece a dos hermanas y que ofrece una experiencia rural a los pies de Los Andes. El lugar tiene una posada boutique y un predio para hacer trekking, cabalgatas y diferentes actividades al aire libre. El día se completa con comidas regionales al fuego y buenos vinos mendocinos. 

Otra opción cerca de la ciudad es la olivícola Laur, elegida como la mejor del mundo en 2021. Se trata de un emprendimiento que comenzó un inmigrante francés y hoy lleva adelante la familia Millán. Se puede hacer una visita guiada y hasta almorzar en el restaurante Laur by Abrasado. Una perlita de este lugar: tienen una acetaia donde hacen el único aceto balsámico de Argentina, certificado por el Consorcio del Aceto Balsámico de Módena, Italia. 

DOS TIPS PARA VISITAR BODEGAS 

Estas recomendaciones resultan una manera de hacer más fácil el recorrido por bodegas, sobre todo si se viaja sin auto. La primera opción es usar el Bus Vitivinícola, un servicio con modalidad hop on y hop off (subir y bajar en cualquiera de sus paradas, tantas veces como se desee hacerlo) con siete recorridos por diferentes zonas con bodegas. 

Los circuitos, generalmente, incluyen tres paradas, donde se pueden hacer visitas guiadas, degustaciones y hasta almorzar (cada actividad en las bodegas tiene un precio aparte). El bus sale desde el centro de Mendoza y regresa a ese mismo punto. 

Otra recomendación para los que quieren disfrutar de experiencias más exclusivas es Wineobs, una plataforma que ofrece diferentes propuestas “a medida”, la cual incluye desde sunset con degustación hasta días de picnic, paseos en familia y paquetes con traslados incluidos. En su sitio web se pueden consultar y comprar las diferentes opciones, también adaptarlas a cantidad de personas e idioma en el que se requieren. 

FUENTE: Voy de viaje

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El Cristo rey del valle de Tupungato cuenta con el “Sendero Interpretativo”

Se trata de 9 estaciones en las que se explican las formaciones del paisaje, la parte cultural y las actividades que se pueden realizar en Tupungato.

Dentro del Programa “Desarrollo de Atractivos” llevado a cabo por la Dirección de Turismo de la Municipalidad Tupungato se concretó una propuesta recreativa denominada “Sendero Interpretativo” con información patrimonial del departamento. El mismo se encuentra ubicado en el Cristo Rey del valle de Tupungato y consta de nueve estaciones en las que se explican las formaciones del paisaje, la cultura y las actividades que se pueden hacer conociendo el clima y la montaña de Tupungato. El Cristo rey del valle de Tupungato por su ubicación es uno de los puntos más visitados del departamento, encontrándose en el Camino de Los Cerrillos, como se conoce a la Ruta Provincial 86.

La Directora de Turismo de la Municipalidad de Tupungato Carolina Aguilar, explicaba lo siguiente a Noticiero Andino: “este sendero han generado una propuesta virtuosa, que más allá de acercar la posibilidad de conocer nuestro patrimonio de una manera recreativa a tupungatinos y turistas, es un atractivo en sí mismo”.

Para lograr la puesta en marcha de dicho proyecto el equipo de planificación hizo un trabajo de análisis y con técnicas de interpretación, se buscó representar el paisaje natural y cultural en forma didáctica para que todos puedan conocer las bondades y virtudes que tiene el departamento.

“Esto arranca como una acción concreta de poner en valor los atractivos que tiene Tupungato, este es un sitio muy visitado y por la necesidad de poder brindar información a los visitantes y también a los tupungatinos se nos ocurrió hacerlo a través de un sendero interpretativo porque entendemos que además de brindar información podemos ayudar a conectar con los valores de nuestro patrimonio, principalmente nuestro paisaje”, explicó Aguilar, Directora de Turismo.

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City Tour imperdible para conocer Mendoza

Salidas: Martes, Jueves, Sábados y Domingos 
Horario: de 8.30 hs. a 13.00 hs.(aproximadamente). 

El circuito turístico de la ciudad y sus alrededores permite tomar contacto con una moderna ciudad, conocida por sus árboles, acequias y veredas anchas. 

Este recorrido ilustra sobre la historia y cultura de Mendoza. En el circuito están incluidos lugares como La Alameda, Área Fundacional (Plaza Pedro del Castillo), Acuario, Serpentario, las principales avenidas del microcentro, la Plaza Independencia, Barrio Cívico y la Avenida Emilio Civit, por la cual se llega al Parque General San Martín que constituye uno de los espacios verdes urbanos más importantes e impactantes para los visitantes. 

Allí podrás recorrer sus bosquecillos, lago, clubes hasta ascender el Cerro de la Gloria con su monumento al Ejército Libertador. A poca distancia el Teatro Griego Frank Romero Day lugar donde se realiza todos los años la tradicional Fiesta de la Vendimia y que complementan en un todo el paseo y le permite al pasajero tener una idea general de lo que tiene la capital de Mendoza para ofrecerle a los visitantes.  

Como opción complementaria, a escasa distancia del Parque se puede realizar el circuito turístico El Challao, donde se encuentra ubicada la Iglesia de la Virgen de Lourdes, templo que congrega multitudes religiosas. 

Realizar un tour por la ciudad justo al comienzo de tu viaje, es una compra inteligente ya que, al llegar a una ciudad nueva, es necesario tener un conocimiento general de la misma y otros aspectos como oferta turística del lugar, donde se encuentran los servicios básicos como bancos, supermercados o los mejores lugares para comer, en función de tu ubicación. 

FUENTE: Mendoza Travel

Información importante: 

Salidas: Martes, Jueves, Sábados y Domingos 
Horario: de 8.30 hs. a 13.00 hs.(aproximadamente). 

El circuito turístico de la ciudad y sus alrededores permite tomar contacto con una moderna ciudad, conocida por sus árboles, acequias y veredas anchas. 

Este recorrido ilustra sobre la historia y cultura de Mendoza. En el circuito están incluidos lugares como La Alameda, Área Fundacional (Plaza Pedro del Castillo), Acuario, Serpentario, las principales avenidas del microcentro, la Plaza Independencia, Barrio Cívico y la Avenida Emilio Civit, por la cual se llega al Parque General San Martín que constituye uno de los espacios verdes urbanos más importantes e impactantes para los visitantes. 

Allí podrás recorrer sus bosquecillos, lago, clubes hasta ascender el Cerro de la Gloria con su monumento al Ejército Libertador. A poca distancia el Teatro Griego Frank Romero Day lugar donde se realiza todos los años la tradicional Fiesta de la Vendimia y que complementan en un todo el paseo y le permite al pasajero tener una idea general de lo que tiene la capital de Mendoza para ofrecerle a los visitantes.  

Como opción complementaria, a escasa distancia del Parque se puede realizar el circuito turístico El Challao, donde se encuentra ubicada la Iglesia de la Virgen de Lourdes, templo que congrega multitudes religiosas. 

Realizar un tour por la ciudad justo al comienzo de tu viaje, es una compra inteligente ya que, al llegar a una ciudad nueva, es necesario tener un conocimiento general de la misma y otros aspectos como oferta turística del lugar, donde se encuentran los servicios básicos como bancos, supermercados o los mejores lugares para comer, en función de tu ubicación. 

FUENTE: Mendoza Travel 

Información importante: 

Salidas: Martes, Jueves, Sábados y Domingos 
Horario: de 8.30 hs. a 13.00 hs.(aproximadamente). 

El circuito turístico de la ciudad y sus alrededores permite tomar contacto con una moderna ciudad, conocida por sus árboles, acequias y veredas anchas. 

Este recorrido ilustra sobre la historia y cultura de Mendoza. En el circuito están incluidos lugares como La Alameda, Área Fundacional (Plaza Pedro del Castillo), Acuario, Serpentario, las principales avenidas del microcentro, la Plaza Independencia, Barrio Cívico y la Avenida Emilio Civit, por la cual se llega al Parque General San Martín que constituye uno de los espacios verdes urbanos más importantes e impactantes para los visitantes. 

Allí podrás recorrer sus bosquecillos, lago, clubes hasta ascender el Cerro de la Gloria con su monumento al Ejército Libertador. A poca distancia el Teatro Griego Frank Romero Day lugar donde se realiza todos los años la tradicional Fiesta de la Vendimia y que complementan en un todo el paseo y le permite al pasajero tener una idea general de lo que tiene la capital de Mendoza para ofrecerle a los visitantes.  

Como opción complementaria, a escasa distancia del Parque se puede realizar el circuito turístico El Challao, donde se encuentra ubicada la Iglesia de la Virgen de Lourdes, templo que congrega multitudes religiosas. 

Realizar un tour por la ciudad justo al comienzo de tu viaje, es una compra inteligente ya que, al llegar a una ciudad nueva, es necesario tener un conocimiento general de la misma y otros aspectos como oferta turística del lugar, donde se encuentran los servicios básicos como bancos, supermercados o los mejores lugares para comer, en función de tu ubicación. 

FUENTE: Mendoza Travel 

Información importante: 

Salidas: Martes, Jueves, Sábados y Domingos 
Horario: de 8.30 hs. a 13.00 hs.(aproximadamente). 

El circuito turístico de la ciudad y sus alrededores permite tomar contacto con una moderna ciudad, conocida por sus árboles, acequias y veredas anchas. 

Este recorrido ilustra sobre la historia y cultura de Mendoza. En el circuito están incluidos lugares como La Alameda, Área Fundacional (Plaza Pedro del Castillo), Acuario, Serpentario, las principales avenidas del microcentro, la Plaza Independencia, Barrio Cívico y la Avenida Emilio Civit, por la cual se llega al Parque General San Martín que constituye uno de los espacios verdes urbanos más importantes e impactantes para los visitantes. 

Allí podrás recorrer sus bosquecillos, lago, clubes hasta ascender el Cerro de la Gloria con su monumento al Ejército Libertador. A poca distancia el Teatro Griego Frank Romero Day lugar donde se realiza todos los años la tradicional Fiesta de la Vendimia y que complementan en un todo el paseo y le permite al pasajero tener una idea general de lo que tiene la capital de Mendoza para ofrecerle a los visitantes.  

Como opción complementaria, a escasa distancia del Parque se puede realizar el circuito turístico El Challao, donde se encuentra ubicada la Iglesia de la Virgen de Lourdes, templo que congrega multitudes religiosas. 

Realizar un tour por la ciudad justo al comienzo de tu viaje, es una compra inteligente ya que, al llegar a una ciudad nueva, es necesario tener un conocimiento general de la misma y otros aspectos como oferta turística del lugar, donde se encuentran los servicios básicos como bancos, supermercados o los mejores lugares para comer, en función de tu ubicación. 

FUENTE: Mendoza Travel 

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Tunuyán, al pie del Cordón de Plata

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

Fuente: Ser y Hacer de Malargüe

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

En el corazón del valle, una ciudad pujante vive en armonía con la naturaleza, con actividades de aventura, vinos y costumbres arraigadas durante las cuatro estaciones del año. 

La ruta nacional 40, al ingresar a Tunuyán, se transforma en la principal arteria de esta ágil y cosmopolita ciudad del Valle de Uco en Mendoza. Ese es el primer impacto. 
 
La avenida San Martín sorprende por el gran movimiento de autos y de gente, ya que concentra la vida comercial y las oficinas públicas de la localidad. Con solo caminar unas cuadras por ella se vive su ritmo vertiginoso mientras se encuentran casas de indumentaria, calzado y electrodomésticos de marcas consagradas. 
 
Dos plazas enfrentadas se destacan a ambos lados de la San Martín. Una de ellas, la José de San Martín, detenta la vida cívica de la ciudad y tiene una fuente de agua importante en su centro. La otra, la José León Torres, recibe la antigua y sencilla parroquia de Nuestra Señora del Carmen y es la más utilizada para esparcimiento de chicos y grandes. 

Al localizar la peatonal Carlos Pellegrini, hicimos un alto para tomar un café. Se cruza con la avenida San Martín, tiene dos cuadras de extensión y sus veredas se han ensanchado, por lo cual queda solo una mano para los automóviles. Así, las confiterías con sus mesas en la calle y sus sombrillas de colores le dan vida y movimiento al sector, que disfrutamos durante un rato. 
 
El río Tunuyán, otros cursos de agua y en especial los paisajes cordilleranos cercanos, con su microclima, la hacen ideal para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en todas sus formas. 
 
A orillas del río, el Club de Pesca cuenta con un “Poli acuático”, un predio con un lago artificial en el que se practican deportes y que ofrece un camping o sus “churrasqueras” para hacer un asado. 
 
Según el gusto personal de cada uno, los alrededores incluyen deportes de aventura. Las más apasionantes escaladas en roca se llevan a cabo en el Cajón de Arenales; el parapente, el rafting, el montain bike cuentan con varios circuitos. Para quienes buscan algo más calmo, las bodegas y estancias ofrecen salidas a caballo y actividades de cosecha de uva o frutas de estación. 
 
Existe una verdadera red de caminos a lo largo de la cual se ubican las bodegas más reconocidas, que exportan al mundo su producción. Algunas abren sus puertas a visitas guiadas y degustaciones; y complementan este servicio con almuerzos gourmet que incluyen comidas regionales preparadas por destacados chefs. 
 
En la ciudad, la gastronomía tiene sus lugares típicos donde comer una buena picada regional, una parrillada a la mendocina o simplemente una comida casera abundante y sabrosa. Nuestro olfato y el asesoramiento previo fueron de buena ayuda. 
 
Un poco más en las afueras, la ciudad se aquieta; el ciclomotor y la bicicleta pasan a ser los principales medios de transporte por calles más tranquilas, algunas de tierra. El perfume de sus árboles típicos (“jarilla”, chañar, tomillo, “chacay”) nos despiden y quizás esa dualidad entre vértigo y sosiego marque la esencia de Tunuyán.

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Malargüe protagonista en Feria Internacional de Turismo de Argentina

Del 30 de septiembre al 3 de octubre se extendió en Buenos Aires la Feria Internacional del Turismo de Argentina (FIT2023) donde Malargüe tuvo un stand y fue protagonista.

La FIT propuso dos etapas importantes durante los cuatro días. Los dos primeros fueron para público general, lo que permitió a los destinos y prestadores acercar sus ofertas y propuestas al consumidor final. Además, la feria contó con dos días dedicados a profesionales del turismo, donde las reuniones, presentaciones de destinos y potenciales alianzas estratégicas son las estrellas. 

También fue una oportunidad de crecimiento e intercambio comercial único, con sus ya tradicionales rondas de negocios, que constituyen una instancia de comercialización ideal para los actores de la industria turística y que serán sin duda un fuerte impulso para el crecimiento de la actividad. 

En la previa de esta importante feria, la ministra de Cultura y Turismo, Nora Vicario, explicó: “Mendoza tendrá un fuerte protagonismo en la feria más importante de la Argentina, con gran presencia federal del sector público y privado de la provincia. Presentaremos nuevos productos, hoteles, experiencias, más conectividad aérea y, en conectividad terrestre, la nueva terminal de ómnibus, por lo que invitamos a visitar el stand de Cuyo/Mendoza.”. 

Propuesta Mendocina 

La provincia invitó a los visitantes de la FIT a encontrarse con una variada grilla de propuestas, donde el enoturismo, la gastronomía, aventura y experiencias serán los grandes atractivos. 

En esta edición, Mendoza tuvo un stand de 385 metros cuadrados en un lugar preferencial de La Rural. Allí, los municipios presentan toda su oferta para las próximas vacaciones de verano y todas las actividades que se pueden disfrutar los 365 días del año. Cabe destacar la presencia del sector privado, con más de 30 empresas que serán parte de las rondas de negocios que se realizaron como parte de la feria.   

País invitado 

El país invitado en esta edición fue Italia, una potencia turística que sumó su presencia a la FIT para conectar con todos los descendientes que viven en Argentina y alentar a que conozcan los pueblos de donde vivieron sus antepasados. Sumado a esto, todo el color, la gastronomía, la cultura y el entretenimiento.  

FUENTE: Ser y Hacer de Malargüe 

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El pintoresco pueblo de montaña que fue declarado Patrimonio Cultural de Mendoza

Un pintoresco pueblo resguardado por altos cerros en la Cordillera de Los Andes fue declarado este lunes, 11 de septiembre, Patrimonio Cultural de Mendoza como Poblado Histórico de Mendoza. Así, a través de la Ley 6034, este sitio pasó a formar parte de un tesoro histórico. 

El pueblo elegido es Polvaredas, situado en la Ruta Nacional 7, en la localidad de Uspallata del departamento de Las Heras. Un antiguo poblado ferroviario con un papel fundamental en el desarrollo de la ocupación de la montaña, especialmente durante la era del Ferrocarril Trasandino. Este sitio es un testimonio vivo de la ingeniería y la labor humana que permitió la construcción y operación de esta vía de comunicación vital. 

El epicentro de este patrimonio es su estación de ferrocarril, una estructura pintoresca construida con piedra y techo a dos aguas, adornada con una galería abierta hacia el andén. En su interior, además de la sala de espera y boleterías, se encuentra la casa del director de estación, del jefe de estación y otros espacios que añaden valor histórico al edificio y lo convierten en una verdadera joya histórica. 

El poblado también alberga la “mesa giratoria”, donde las locomotoras daban la vuelta, así como talleres y viviendas para los trabajadores que garantizaban el mantenimiento del ferrocarril trasandino. Su ubicación estratégica en la montaña permitió que contará con una fuente constante de agua, lo que contribuyó al bienestar de su población y a la construcción de numerosas casas y servicios, como escuelas y salas de salud. 

Por todos estos motivos, el pintoresco poblado de Polvaredas fue declarado Patrimonio Cultural como Poblado Histórico, y se convierte así en un faro de la historia ferroviaria de Argentina. Esta designación marca un precedente significativo, ya que es la primera vez que un lugar en Mendoza recibe esta distinción y abre las puertas para la preservación y puesta en valor para estas joyas ocultas en la provincia. 

A pesar de su importancia histórica, el lugar sufrió daños tras el abandono de la ruta del ferrocarril trasandino. Sin embargo, un grupo de vecinos emprendió un proceso de recuperación y restauración. La Dirección de Patrimonio en Mendoza se unió a esta causa, trabajando en conjunto para preservar y revitalizar este tesoro histórico. 

La recuperación incluye la restauración de las casas en mal estado, la exploración de estructuras industriales para la arqueología industrial y la adaptación de estos bienes para uso público en el contexto del desarrollo turístico.              

Polvaredas se erige como un punto estratégico en el plan de desarrollo de Alta Montaña del Gobierno de Mendoza. Su rica historia y su potencial como destino turístico lo convierte en un activo invaluable para la región, la declaratoria de Patrimonio Cultural no solo honra el pasado de Polvaredas sino también allana el camino para el futuro del turismo en este lugar de Mendoza. 

FUENTE: Mdz online

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